Los valores son las normas de conducta y actitudes según las cuales nos comportamos y que están de acuerdo con aquello que consideramos correcto. Todos los padres desean que sus hijos se comporten de forma educada, pero sin que se conviertan en niños temerosos o conformistas; pero nosotras agregaríamos el que no se terminen transformando en padres exigentes y quisquillosos.
Durante los primeros años, aprendemos tanteando el terreno y probando cosas. A través de pequeños actos, vamos percibiendo qué está bien y qué no es permitido en la sociedad. A partir de los 3 años, ya se tiene una, aunque vaga, idea del mal y del bien. A partir de los 5 y 6 años, tendemos a mirar a los adultos y ver en ellos el claro ejemplo de lo correcto: por eso intentamos ser como ellos y comportarnos como ellos. De esta manera aprendemos mucho sobre valores.
La adquisición de valores acordes a la sociedad, depende, como casi todo en la vida de los humanos, de sentirse querido y seguro, de desarrollar lazos estables con los padres y de tener confianza en sí mismo. Sólo sobre una base de amor y seguridad podrá aprender e interiorizar los valores éticos correctos.
Lo más importante: el ejemplo que dan los padres en su forma de relacionarse con los demás, de pedir las cosas, de ceder el asiento, de repartir lo que les gusta, de renunciar a algo, de defender a alguien así como el respeto por las personas como con sus cosas, etc.
“En una sociedad donde se hace cada vez más necesario el respeto a los derechos humanos, los niños constituyen un sector muy importante de la población. Los niños y las niñas pertenecen a unos de los sectores más débiles y vulnerables de la sociedad.
Los niños son excelentes imitadores, incluso durante los primeros meses de vida, los infantes pueden arremedar las expresiones faciales de las personas que los cuidan.
A veces, parece como si nada escapara a la atención de los niños pequeños, y aunque la imitación no es el único mecanismo de aprendizaje que tienen los niños, es el primero y sienta las bases de un aprendizaje futuro. Como los niños imitan permanentemente a la gente que los rodea, es lógico que de igual forma imiten conductas que transmiten los medios de comunicación.
El hecho de vivir en sociedad nos lleva a desarrollar otros valores considerados “sociales” los cuales tienen como propósito la sana convivencia entre los individuos que componen una misma sociedad. “…aceptar los valores sociales a menudo significa renunciar a los deseos personales, pues convivir es aprender a tolerar, comprender las diferencias y limitar la propia voluntad”(2).
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(1)AYALA, Fernández Marta. “El fomento de la práctica de valores, contenidos en los planes y programas de educación primaria”. U.P.N, México. 2003. P-44.
(2)PUIG, Rovira Joseph M. “Como fomentar la participación en la escuela”. Ed. Grao. España 2000. P-12